A pesar de que en aquel barrio todos negaban la existencia de fenómenos paranormales, Theo Ford y su compañero estaban a punto de recoger el equipo e irse a casa cuando en uno de los monitores apareció algo sorprendente. Una de las cámaras que grabó uno de los pasillos a oscuras durante la noche, delataba la presencia de un ente, un hombretón fuerte y musculoso, peludo, totalmente en bolas, andando como perico por su casa.
Fue entonces cuando descubrieron que algo pasaba en aquel lugar, cuando el dueño de la casa, Paddy O’Brian, comenzó a ponerse nervioso echando balones fuera. Allí había un fantasma e iban a demostrarlo costase lo que costase.
Antes de que descubriesen la verdad, Paddy intentó desviar la atención de Theo de la única forma que sabía que podría distraer a un hombre, acostándose con él, dándole de comer de su grandioso rabo. Acertó de pleno. Para Theo, que desde que entró en la casa no paraba de mirarle el culo, la cara, los brazos y el paquete, fue todo un placer devorarle hasta el último centímetro de polla.
Pero ninguna verdad puede permanecer oculta demasiado tiempo y al final el fantasma Diego Reyes tomó su antigua forma corpórea, se arrodilló entre esos dos machos, les agarró las pijas como lapiceros, una en cada mano y giró la cabeza a uno y otro lado repetidas veces comiéndoles los rabos.
Paddy dejó que los dos se pusieran cachondos y él fue el único que les dio a los dos por el culo. Como dos auténticos animales, Theo y Paddy se pusieron a pajearse con rapidez encima de la cara de Diego y no pararon hasta dejarle todo el ectoplasma encima, blanco de relamerse.
ENJOY NOW PADDY O’BRIAN AND THEO FORD FUCKING DIEGO REYES AT MEN.COM
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