Los tios perfectos para llevarse a la bañera son aquellos que la tienen bien larga. La ley de flotabilidad no falla y enseguida cierta parte de la anatomía masculina intenta salir hacia arriba como el periscopio de un submarino. El pollón de Sergio Duque es tan grandote que hasta él mismo se divierte con su rabo como un niño chico con un patito de goma en el agua, zambulléndolo, apretándolo con la mano y volviéndolo a sumergir.
Que el propio director de Bentley Race diga que es una de las pollas más largas que ha visto jamás, da buena cuenta del tamaño que se gasta Sergio. Ya se quedó sorprendido cuando le miró al paquete y vio lo dura que se le estaba poniendo por debajo del bañador, tanto que tuvo que retirar la mirada a través del objetivo para verlo con sus propios ojos y decidir si aquello era real. Sí que lo era, y cuando se la sacó dentro del agua y creció porque estaba tibia, se relamió de gusto. La cosa terminó con director y modelo en la cama retozando y follando. Y sí, hay vídeo con las pruebas de esa fechoría.
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