Que te guste hacerte pajas viendo porno en la comodidad de tu habitación y desees con todas tus ganas estar allí, no te garantiza que puedas ser un buen actor o vayas a disfrutar igual o más que desde casa, igual que tener una buena polla no te garantiza que vayas a estar a la altura de las circunstancias cuando se grita “cámara y acción“, pero a veces el querer y el poder se saludan y van de la mano.
Y si no preguntádselo a Emanuel, que de asistente ha pasado a ser parte integrante de la productora. Es guapete, tiene un pollón grande y gordo, hace que los tios se pongan a tono, sabe follar muy bien y tiene unas bolas cargadas de nutritiva leche. Que se lo digan a Javi, que se la comió toda y la relamió dándose un festín sólo apto para muy cerdos.
Ahora Rocco llega para poner el listón todavía más alto, para hacer que este nomnbre de pila tan conocido en el porno hetero, haga también honor en el porno gay como ya lo hicieron otros Rocco antes que él. Un momento… que Rocco no sabía que el casting era para estar con hombres, no con mujeres. Este cazador qué malote que es, todo un trilero. A pesar del shock inicial, consigue que se quite la remera y que la cámara capte todo ese cuerpazo fornido y varonil, fuerte, morenito y de pelo en pecho.
Al asistente también le gusta. Oye, sin compromiso, Emanuel te chupa la polla y si te gusta sigues y si no paramos. Rocco no confía en que se le ponga dura, pero los buenos labios de Emanuel obran milagros y hasta el mismo Rocco se sorprende de que se le esté poniendo morcillona. Es su primera vez con otro tio adorándole el rabo y está descubriendo nuevos caminos.
Cuando el asistente se desnuda por completo lo ve tan achuchable que no puede contenerse. Esos muslazos, ese culo pomposo que se deja agarrar a dos manos. Lo atrae hacia él, lo abraza fuerte y se restriegan mutuamente¡. Emanuel se pone encima y juntan rabo con rabo, cojones con cojones, se desliza arriba y abajo y frota con su polla y sus huevos el pollón y la huevera de Rocco.
Para ser hetero confeso, sus ideales se están yendo a tomar por culo y bien lejos. La siguiente vez que Emanuel se inclina para comerle la polla, la tiene casi completamente dura. Le flipa el masaje con esos labios grandes apretando su rabo, la cantidad de saliva que suelta y que embadurna su polla y el soniquete de su tranca penetrando la garganta del chaval que se la está tragando a fondo.
Es de bien nacido ser agradecido. Después de reconocer que Emanuel tiene entre las piernas un misil intercontinental, Rocco le devuelve la mamada. El primerizo no lo hace mal, sobre todo teniendo en cuenta las dimensiones de ese rabo. De momento no chupa, acaricia con los labios y le mete a Emanuel un cosquilleo que le deja loco. Al acabar se relame, intentando discernir de alguna manera a qué sabe una polla.
Ya que a él no se le termina de poner del todo dura y está algo nervioso, ¿por qué no poner el culo y dejarse follar? Rocco se lo piensa. Tiene entre sus manos el pedazo rabo del asistente, demasiado grande, pero está muy caliente, no quiere irse a casa con las manos vacías, así que ya que acaba de cruzar una línea, por qué no cruzarla del todo hasta meterse en el otro bando.
Cree que le va a gustar. Se pone a cuatro patas, abre ligeramente las piernas, los cojones y la pirula le cuelgan entre ellas. Había llegado para hacer un casting, para ser el machote empotrador que se folla los mejores coñitos y ahora otro hombre está detrás de él, a punto de meterle la vara a pelo por el culo. Le penetra y el cazador le pregunta a su asistente si le cuesta, si es virgen. “Virgen, virgen“, le contesta.
Que una chica juegue con su lengua en tu ano no cuenta. Nada que ver con que te metan una tranca de casi veinte centímetros por el agujero. A Emanuel le cuesta varios minutos en los que sólo entra la puntita, pero después de un impresionante trabajo a pico y pala, logra zambullir su rabo por la hendidura y hace gemir a ese pachote como a la mejor de las putitas.
Hoy ha aprendido a amar a los hombres de otra manera, como algo más que a un amigo. Todavía se dedea él sólo el culito cuando Emanuel ha salido fuera de su interior y mete al asistente un beso con lengua y mucha pasión ensalivándole todos los morros, que hace que el chaval se ponga fino filipino. No es para menos. Su currículum crece a pasos agigantados y acaba de desvirgar a un hetero que está buenorro.
Perdido en los labios y en los ojos de ese gañán, vierte en el interior de su boca el aliento y el gemido previo a la corrida. Gira la cabeza, mira hacia abajo hacia su polla, bufa y descarga. Igual que hizo con la polla, relame el cuerpo del asistente recogiendo algo de leche y la saborea varias veces. Dice que está más rica que la leche de vaca. Emanuel le da el visto bueno, porque un tio que está tan bueno, tan decidido y que es capaz de robarte la leche con un buen morreo, se merece un lugar en el paseo de la fama dejando bien alto el nombre de los Rocco.