Cuando James Nowak regresa, se para el mundo y es fiesta. Ya anuncié que para estas fechas volvería con más material de este chulazo y aquí lo tenéis, que cuando le veo con esa ropa de deporte de Nike, empiezo a salivar como un perro, porque sé lo que guarda debajo y estoy deseando verlo a la de ya!
Todavía me pregunto qué coño hacen los estudios porno que no le porponen algo serio, porque muero por ver esa pollaza gorda penetrando un culito. Es vérsela toda dura y empinada y se convierte en un imán para mi boca. Ya puedo sentir mis labios succionando esas pelotas como melocotones, el rabo calentito rozándome la nariz y la frente mientras lo hago.
Me pasaría horas y horas chupándole el mango, después los cojones, así de un lado a otro dejándole todas mis babas, pajeándole fuerte y observando de cerca el vaivén de las pelotas, antes de que caiga la nieve sobre mi jeta. Con James no hay inviernos fríos. Ahora sí chicos, toca despedirse de él hasta el verano que viene.