Joder, más de un año que llevábamos sin ver a Ares Camacho (bueno, yo le he seguido siempre por las redes sociales y por lo menos me he contentado con algunas de sus fotos) en el porno gay. Pero ya está de vuelta y por lo que veo esta sólo será la primera de muchas escenas para volver a disfrutar de nuevo del cordobés que nos conquistó con su mirada y cara guapa y que nos puso bien perros con su mítica escena en la habitación de mudanza junto a Miguel Reyes (otro que no entiendo por qué nadie le llama cuando estamos deseando verle en acción).
Me lo encontré por sorpresa en una foto, arrodillado y comiéndose una pollaza como sólo él sabe hacerlo, tragando hasta el fondo y echando bien de saliva. Una pollaza que pertenece a Josh Milk, de las largas, de las que si quieres pegarte el gusto de comértela entera, tienes que llorar como un hombre.
La cosa es que cuando ve que Josh se acerca al ordenador y empieza a tocarse el paquete, el perrico está adiestrado para saber lo que tiene que hacer, colarse por debajo de la mesa de su dueño y calentarle por los pies, así hasta que a Josh se le pone dura y grande y le da de comer hueso hasta atragantarle. Y que nadie se pierda el pedazo rabo duro, largo y curvadito como un plátano de Ares, rebotando con movimientos completos que son la caña, mientras se lo folla a saco. Cuánto echaba de menos esa polla!
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