Vamos, que no se diga que tienes buen cuerpazo y que no sales a lucirlo. Si tienes una tableta de chocolate, un señor culazo o un paquetón o incluso las tres cosas, no sé a qué esperar para lucirlo y hacer que todas las miradas se posen en ti, que ya nos queda poco más de un mesecito de sol antes de que el verano dé sus últimos suspiros y después volvemos a la ropa gorda y a la manga larga.
Haz como Stas Landon y Javi Velaro, que utilizan cualquier espacio natural para enseñarlo todo. Para enseñarlo y para darlo todo. Pocos lugares quedan ya por ser asfaltados, pero desde que tienen uso de razón (sexual me refiero), ese sitio es para ellos como el paraíso, el lugar al que acuden siempre que pueden a gozarse mutuamente y por el que nadie pasa desde hace años, bajo la montaña y rodeados de montones de encinas.
Tan duras y gordas como el tocón de una de esas encinas, sus pollas se elevan al cielo con ganas buscando labios y lengua que las chupen. Alguna mosca cojonera se empeña en dar por culo tan bien como Stas se la clava a Javi en todas las posiciones posibles, haciendo flexiones sobre él e hinchándole de rabo cuando baja, a cuatro patas y boca arriba. Así se intercambian una y otra vez dándose por culo el uno al otro, dando con fuerza y depurando el ansia de sus rabos, dejando en el suelo bellotas con leche pa que después los cerdos se alimenten bien.
