Algunos tios tenían arte ligando siendo persistentes hasta la saciedad y Tommy Dreams era de esos. Desde que vio a Bastian Karim paseando por le parque, no dejó de perseguirlo piropeando su culito guapo. Los vaqueros que llevaba puestos Bastian se lo marcaban tan bien y Bastian no podía enfadarse cuando se los había puesto a posta para que otros chicos se fijaran en él. Terminaron haciéndose buenos amigos y se fueron al piso a ver en qué terminaba aquello.
Había una cosa que Bastian no podía llegar a entender del todo, que tios tan bien dotados fueran por la vida con una bermudas cortas y sin calzones. ¿No preveían que podían empalmar en cualquier momento y que entonces no habría guarida en la que proteger su erección de la vista del resto de transeuntes? Cuando Bastian miró hacia abajo y vio la pedazo de polla que se le marcaba por delante, a punto de salírsele por la pernera de las bermuditas de Nike, se puso más tierno de la cuenta.
No sabía si estaba preparado para verla, por eso se dedicó a remarcarla sobre la tela de los pantalones, la cogió y la palmeó con la mano haciéndola rebotar, apreciando que además de gigantesca, era un peso pesado, todo un misil. Se la sacó por un lateral y lo suyo fue amor a primera vista. Un pollón largo, gordo, venoso, duro, tieso y caliete.
La agarró con una mano, pajeándola, sintiendo su fuerza, la inclinó un poco hacia arriba y miró de frente para ver hasta dónde le llegaba. Tommy la tenía tan larga que se le saldría por la goma de las bermudas si se la hubiera dejado empalmar hacia arriba en lugar de hacia un lado. Sentir que un tio te olcupa la boca con su rabo y que apenas tienes un cuarto rellenándotela por dentro es una puta locura.
Menudo mástil. No supo bien si era cosa suya, pero había momentos en que ese trabuco le parecía gigantesco y que había crecido más de la cuenta. No, no tenía que ser su imaginación. Ese pollón era puta magia. Volvió a inclinárselo hacia arriba y vio cómo le llegaba hasta el mismísimo ombligo. La tenía enorme y además era preciosa, con el cipote cubierto por el pellejo, suave ahora con sus babas encima.
La tenía durísima como una roca ya y en gran parte era al buen hacer de Karim, a lo bien que se la chupaba comiéndosela hasta un poquito más de la mitas, a su carita guapa. Tommy le sacó la verga de la boquita y le metió un repaso con el rabo mojado por la jeta, dejando que el chavalito sintiera el peso de su pene por las mejillas, la nariz, le frente, los ojos.
Por situaciones así le gustaba a Bastian conocer a chicos nuevos, porque a pesar de su complexión, algunos encerraban en los calzones auténticas joyas dignas por descubrir. Lo de Tommy era descomunal y jamás podía haberlo imaginado de no haber sido porque al francés se le antojó su culito en el parque. Ahora lo iba a tener.
Bastian se colocó a cuatro patas sobre el colchón con el trasero mirando hacia el borde. Después de frotar su pene contra la raja, Tommy intentó penetrarle por detrás sin condón. Uno, dos, tres, cuatro. La tenía demasiado grande y gorda y ese culito todavía estaba cerrado a cal y canto. Al quinto intento, Bastian se relajó y su ojete se expandió lo suficiente como para que Tommy aprovechara y le colara el trabuco a pelo.
Sentir toda esa verga durísima y larga arramplando con su ano, hizo a Bastian soltar un gemido de placer como hacía tiempo que no exhalaba por su boca. Le dio tanto gusto que sus rodillas cedieron un poco, todavía hincadas sobre el colchón y las piernecitas se le subieron hacia arriba. Tommy se subió a la cama y se lo folló de pie, empotrándole con su pollaza. El cabrón estaba bien rico y su forma de follar hipnotizaba. Sus piernas peluditas, su culito, ese gigantesco pollón durísimo y largo introduciéndose enterito en el culo de otro hombre. Sus embestidas.
¿No quería culo? Pues iba a tener culo para rato. A pesar de la osadía, Bastian sintió la necesidad de empalarse en esa verga. Le ido la espalda y se sentó sobre sus piernas clavándosela y pajeándola entre sus cachas. Se dio la vuelta para mirarle frente a frente, pasó una manita entre sus piernas para cogerle el pene duro y lo introdujo de nuevo dentro de él.
Qué poco se había fijado en la carita del francés, dedicado a contemplar su soberana polla. Cuando se lo folló bocarriba pudo contemplar su semblante. Guapo, con barbita, sudando, con la vena hinchada en mitad d ela frente, esforzándose por meterle todo ese enorme pollón, Bastian se corrió encima sintiendo amor del bueno mientras lo hacía.
Tommy le sacó la polla del culo y se dirigió hacia el cabecero de la cama pajeándose. Llegó a tiempo para soltar toda la lefa. Un buen chorrazo que salió disparado por encima de la cabeza de Bastian mojando toda la almohada de semen. A esa le siguieron otras dos eyecciones de esperma chorrante y caliente que acabaron en el mismo lugar y sobre la cara de Bastiam, que ya estaba saboreando toda esa leche rechupeteándose los labios.
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@ fotos por Oscar Mishima
