No va a parar hasta follárselos a todos. No es que Angel Cruz saliese de las duchas del gimnasio después de una intensa sesión de sexo con Baptiste Garcia y al pasar por los vestuario de vuelta a casa se encontrase con otro chaval que le molaba y se hiciera doblete, que bien podría haber sucedido así. Vuelve porque todavía hay algunos chavalillos que le hicieron tilín y porque eso de imaginar cómo sería se le queda pequeño, lo que Angel necesita es tocar, chupar, comer y follar, nada de dejar volar la imaginación a solas.
Estaba detrás de un tiarrón musculoso, rubio y guaperas con unos tatuajes en la pierna y el brazo, Chris Loan. Ya en el gimnasio no podía evitar fijar la vista en su paquete cada vez que se tumbaba en el banco para hacer pesas. Se relamía sólo de pensar en que él era la barra y que Chris lo cogía con fuerza mientras él le pajeaba el rabo dentro de su culo subiendo y bajando.
Todavía le quedaban dos vueltas del entrenamiento, pero como Chris ya había acabado y se dirigía a los vestuarios, dio por finalizada él también su sesión para acudir a las duchas y poder disfrutar de las vistas. Los dos solos, sin reglas, en un lugar exclusivo para hombres y con total libertad para dar rienda suelta a los placeres, Angel se lo folló contra los casilleros como un animal en celo. Contagió su rabia a Chris, que de la misma manera salvaje lo puso boca arriba sobre el banco donde más tarde pasarían muchos culazos y allí le reventó el ojete.