Me encantan las duchas, sobre todo las de los gimnasios, los que seguís el blog desde sus inicios en el otro lado lo sabéis de sobra. No hay nada como el sonido del agua y un montón de tios debajo del chorro, con sus cuerpazos recién entrenados contrastando contra el azul de las baldosas (que pueden ser de muchos colores pero si son de color azul me ponen más). Las gotas resbalando por la piel suave, bajando por el vientre y chorreando por la punta de la polla como si estuvieras meando.
A Angel Cruz la visita a París le está gustando tanto que ha decidido quedarse un poco más, tiene a los chavalitos locos por aquellos lares y por supuesto él no está dispuesto a dejar pasar hambre a ni un solo culito que quiera su polla dentro. Le bastó una miradita a Baptiste Garcia, que se había despelotado antes que él nada más acabar el circuito de entrenamiento, para saber lo que quería sin tener que mediar palabra.
No contento con abrirle el culo a base de mucha lengua y haciéndole unos deditos, Angel lo empotra contra la pared y se lo folla por detrás hasta de lado, poniéndole la pierna encima (para que no levante cabeza) y dándole mandanga de la buena. Como regalito a tan ardiente follada, Angel se lleva un chorrazo de lefa en toda la jeta de parte de Baptiste. Qué mejor regalo que ese de un chaval, un reconocimiento a que te lo has follado bastante bien sin que nadie tenga que decirte nada.