Con una mirada y una sonrisa dibujada en su guapísima cara, Ruben sabe que es capaz de abrirte el culo para que le dejes pasar hasta el fondo, o quizá, antes de eso, te rindas al calorcito de sus labios rozando los tuyos. No tendrá la polla más gruesa de todas, ni la más larga, pero tiene un buen lapicero para meterte una clavada inolvidable.
Cuando se hace pajas, no se entretiene en detalles, hasta se olvida quitarse los calzones y se queda con ellos a la altura de los tobillos mientras recoge saliva de su boca y la lleva a su miembro viril a modo de lubricante para poder darse zambomba con más fuerza y suavidad, como si estuviera dentro de tu culito.
El chaval gracioso y simpático se comporta como un animal en la cama. Le gusta follar lento pero duro, que le den azotes en la polla y sentirse el rey penetrando un culito, dejándote toda la preñada dentro mientras gime y te llama puta.