Estas cosas suelen suceder, que te tiras unos años sin ver a conocidos y cuando te los vuelves a encontrar resulta que, el tio ese que antes tenía cola de pretendientes y era el alma de la fiesta, ahora no se come un rosco y se ha descuidado. Y lo mismo sucede al revés, como le ha pasado al director Bentley Race, que cuando ha vuelto a encontrarse con David Sweet, se ha llevado la grata sorpresa de que el tio está to buenorro.
Y a los tios buenos no cabe otra que proponerles sesión de fotos y si se tercia que se bajen los gayumbos, pajilla y lo que ellos quieran. El chavalote húngaro es ahora todo un hombretón con un cuerpazo de aúpa gracias al intenso deporte y al fitness. Y la polla gorda que tiene no es por el deporte, le viene de serie. De momento nos hace disfrutar jodiéndose la polla con un fleshjack pero esperemos que pronto disfrute él y nos haga enviciarnos cuando la meta en un cuen culo a su medida.