El hombre que salió del maletero entre luces de colores cual DJ, Dominique Kenique, no era sino un simple señuelo para atrapar a Rafa Marco y Abraham Montenegro. Su huída por la ciudad termina justo a pocos minutos de finalizar la purga, atados y obligados a lamer los pies de quienes dentro de esos pocos minutos volverán a ser su colega, su jefe y el dependiente de la tienda del barrio. Pera esa noche son los putos amos y las leyes dictan que les pueden obligar a hacer lo que les salga del rabo.
El futbolín es divertido y la mayoría hemos pasado muy buenos momentos jugando a él con los amigos, pero sedme sinceros, mientras poníais las manos en cada manguito, a que alguna vez habéis imaginado que eran un buen par de pollas. Angel Cruz, Josh Milk y Valentino Ribas se marcan el partido que siempre quisieron jugar, un tres contra tres definitivo dividido en dos equipos, vencedores contra vencidos, tomando el control del juego, agarrando las barillas, sacándolas por el lado opuesto e introduciéndolas por culos que acaban deseándolas, mientras los pequeños e inconscientes jugadores de madera dan vueltas por el palo.