Amantes de las mamadas, de los que os relameis con la lefa en la boca, a los que os gusta chupar a fondo una pija hasta dejarla de nuevo flácida y sacarle hasta la última gota, la saga por excelencia de las mamadas más guarras ha vuelto y lo hace con su sexta entrega. Repite conmigo: “Chupa pollas, salva el mundo“. Mas de dos horas de mamadas con 12 nuevas escenas y 3 de bonus especiales con montones de tios tan variados como sus pollas pero con algo en común, que a sus pies tienen a alguien dispuesto a comérsela entera, clavársela hasta la garganta y degustar toda su leche.
La primera de las escenas llega pisando fuerte con una escena generacional entre el madurito de cuarenta y ocho tacos Ray Dalton y el servicial jovencito de veintinueve Aleks Ryder. Entre los dos dejan claro que para comerse una polla como es debido y pringarse los morros de lefa, no hay diferencia de edad que valga. Veinte años de diferencia no es nada y la imagen final de Aleks relamiéndose con la leche de papá en la los labios es para cogerle y meterle otra en la boca.
Tres de las escenas se centran en los vicios del gloryhole, una más “light” si es que puede calificarse así a una mamada que finaliza con sacaleches y relamida de lefa por el suelo por parte de Jadyn Daniels y otras dos mucho más hardcore en las que Gio Ryder se atreve con hasta siete pollas mamando, pajeando y dejando que todos se le corran dentro de la boca y Murphy Maxwell se encabrona con un rabo al que le saca todo el brillo.
Si queréis podéis enlazar estas escenas con la número once, porque aunque Marcus Stone no está dentro del glory, es uno de esos que se meten por la puerta y no paran de pajear y chupar una polla tras otra según van saliendo por los agujeros. Si a Andy Arcade le hubieran avisado antes de que este tio era tan vicioso, quizá se lo hubiera pensado, porque por momentos ve cómo el tio se va haciendo dueño de su polla y se vuelve loco hasta el punto de cerrar los ojos y comer como un cabrón.
La tercera escena tiene mucho morbo, con el hetero Bob Pattinson que se presentó en los casting diciendo que quería probar sus artes orales diciendo que era un buen mamador. Pues claro, tanto se las daba de que era bueno chupando que le pusieron a un brasileño, Alex Hammer, para comprobar si sus aptitudes eran ciertas. El novatillo se la tuvo que chupar de puta madre porque sacó bien de leche de los huevos.
Oseznos guaperas musculosos de gimnasio con barbita, los dos con una constitución muy parecida, Aarin Asker y Tex Davidson ponen la nota irresistible al film. Ya os adelanto que es difícil aguantarse siquiera a ver a Tex de pie, agarrando la cabeza de Aarin, de rodillas, con la mano por detrás ayudándole a comerle la polla. Mira que justo en esos lances de cámara ni se ve polla ni nada, pero es para ponerse burro y suficiente para hacernos desear ser uno de los dos.
El rabo más largo se lo lleva Tom J., que tiene que dar buena cuenta del pollón del grupo Ben Harrison, mamándole con mucho gusto un mega rabo largo y apetitoso hasta obtener su apreciada recompensa, unos lefazos directos sobrela cara cargados de mucha leche. En cerdaco del grupo es Eli Cumming. Ya lo avisó al estudio, le encanta que abusen de él y que lo lleven al límite. Con su collar como un perrito, su amo será el rubito Aaron Block, dispuesto a darle toda la comida que necesita. Eli no se deja ni las migas.
La octava escena no es apta para todos los públicos, sobre todo si sois aprensivos a las malformaciones en los genitales, pero confiad en mí, aunque os dé reparo al principio, seguid viéndola, que poco a poco uno se acostumbra a un rabo tan jodidamente gordo como el de Jay Xmuscle, todo sea por ver cómo Pony Hunter y Kenny Host se lo disputan para ver quién le saca más leche.
Christian Matthews se esperaba un tio madurito al que chupar la polla, pero se llevó una sorpresa al ver a un chavalito una década menor que él. Ya que no tenía lo que quería, se empleó a fondo para enseñar a Daddy Cream cómo se chupaba una buena polla como la suya tan larga, haciendo que gimiese con su plato especial, tragada de rabo hasta la campanilla aderezada con huevos en la barbilla.
La guarrada lefera la protagonizan Brian Bonds y Ben Harrison de cruisin por el parque. El pollón del grupo repite haciendo llorar a Brian cuando se la cuela por la garganta. Después de recibir lefa, Brian se la tiene guardada, porque se levanta y con todo su arte coge con una mano el rabo de Ben, con la otra se hace una paja y le decora el rabo con su semen para después bajar a seguir comiendo la mezcla de leche.
De los bonus no os desvelo nada, eso queda reservado para los que se aventuren más allá y hayan conseguido aguantar los 12 asaltos de este nueva peli de chupa pollas que tanto nos gusta.
