Hacía tanto tiempo que no pisaba aquel lugar… el niño enfermo y asmático de entonces, del que todos se reían, el debilucho, el que un día despertó de su letargo como un feroz lobo y clavó sus garras matando, ahora regresaba a sus orígenes pero convertido en alguien más fuerte, corpulento y formando parte de un grupo de superhéroes cuya misión era luchar contra los villanos que asolaban el planeta.
Aquí se forjó la leyenda de Lobezno Colby Keller, el macho dominante al que todos admiraban, ante el que todos agachaban la cabeza en el baño cuando se ponían a mear a su lado si por casualidad les daba por torcer el cuello para mirarle el tamaño del rabo, porque no saben si les intimida más el grosor del rabo o la mirada de cabrón asesino en sus ojos. Pero no tienen nada que temer si son colegas de los X-Men, porque esa mirada es de asesino pero de partir ojetes con la polla dejando salir toda su rabia salvaje animal contenida.
Coloso Landon Mycles con su blanquecina piel sabe que puede fiarse, aunque tema que le desgarre el culo cuando le pasa las manos por encima para ponerse cachondo con sus globazos, aunque sienta sus colmillos clavándose cada vez más adentro de la rajeta de su culo. No sería la primera ni la última vez que escucha acerca de lo irracionales y peligrosos que se vuelven los hombres lobo cuando se excitan demasiado. Aunque a veces se descontrole, el tiempo le ha enseñado a ser un estupendo follador controlando sus garras y colmillos y usándolos a su favor para volverles locos. Qué feliz regreso a casa para matar los malos recuerdos de su infancia a costa de una buena tanda de pollazos en un acogedor culo.
