Este chaval es para descubrirlo poco a poco. Hace unos días ya os presenté a Collin Simpson haciéndose un pajote aquí y un tiarrón tan buenorro con esos ojazos y esa pedazo tranca no podía quedarse en una escena a solas con las sábanas como únicas afortunadas. A la primera paja, le sigue el primer contacto gay con un chico.
Todos hemos tenido una primera vez, ya sea inolvidable o todo lo contrario. Forrest Marks pondrá todo de su parte para que esa primera vez sea más de lo primero que de lo segundo para Collin. De la misma complexión, aunque un poco más alto, moreno y con más vello en el cuerpo, Forrest lleva a Collin a descubrir puntos placenteros de su cuerpo que desconocía, comenzando por su culito virgen. Allí se detiene un buen rato pegándole un repaso con la lengua ya no sólo a su ojete inexplorado, sino también a las pelotas y el rabo, un tres en uno a cuatro patas de los que nos envician a tope a todos los tios.
Después al borde de la cama le proporciona una suculenta mamada, además con muchas ganas y mucha saliva, porque la simple visión de esa polla en alto ya le pone cachondísimo. Tras lubricarla bien, Collin experimenta por primera vez en su vida lo que es meterla por el culo de un tio y se queda flipando. Nunca pensó que se le pondría tan dura al hacerlo con otro hombre. Forrest se monta encima y cabalga metiéndose toda esa polla larga dentro y cuando Collin da indicios de correrse, acude raudo a poner la boca llevándose la corrida en todos los morros. A Collin le ha gustado la experiencia, tanto que va a repetir y va a seguir explorando su sexualidad. Ya os traeré más para que lo veáis.
