Hay imágenes capaces de ponerte la polla más dura que un canto y una de ellas es la de un tio guapo y fornido con otro a cuatro patas sobre la moto a las puertas de comerse su ojete peludo, como si antes de comenzar a meter los morros por la raja quisiera compartir ese momento con los que van a disfrutar. Por si a alguien les suena pero ahora con esas pedazo de barbas no termina de reconocerlos del todo, pongámosles cara.
El rubito es Aaron Bruiser, un guarrete de pro al que le encanta el sexo y al que hemos visto con tios de todas las clases y en tríos gozando versátilmente en muchas escenas. El moreno es Stephen Harte, que cuando accede a ir con su colega a echar un viajecito en moto por el desierto de California con destino a la caravana perdida que tiene por allí, no imagina que va a acabar con el culo super follado, saltando encima de la tranca de su amigo.
Una impresionante aventura llena de emociones, un viaje de placer en el que o faltan las duchas de agua de botella calmando el calor de sus cuerpazos, una paradita en mitad del camino de tierra por donde no habita ni un solo alma y donde de pie se ponen a follar, ahí en el medio del mundo al aire libre. La apertura y comida de ojete en la moto es sólo un preludio para lo que le espera a Stephen cuando descubre que la caravana de su colega es el lugar donde se lleva a los tios.
En mitad del desierto, en ausencia de condones, al final deja que Aaron se la meta a pelo, gozando de todo ese rabo penetrándole como un cerdo cabrón follador. Bajo el intenso sol, la follada les va dejando los cuerpos sudados y uno de ellos termina con lefotes enredados entre los pelos de la barba.
