Os lo cuento yo porque en las fotos no lo vais a poder ver, aunque si os vais al final de la entrada, en el tráiler, se deja ver un poco de esa parte de la escena. Se pillan al más chulazo de todos los que hay en la playa, el típico guaperillas rubito y activo, en cuanto a hacer deporte se refiere, un pelazo, ojos verdes y una sonrisa que abre piernas, moja bragas y levanta pollas (cuántos deditos y cuántas pajas se hab´ran hecho en su honos y lo sabe). Lo suben a un coche y como el chaval es tan desinhibido pues se presta a quedarse en pelotas y cascársela.
Ya desde el momento en que se quita los calzones en plan bestia y mientras lo hace se le queda el rabo medio duro como un plátano entre las piernas, entran ganas de plantarle la boca en el cipote y tragar como glotones. La paja que se mete mientras el coche sigue su camino por la carretera en plena naturaleza es de las buenas, un cinco contra uno, una paja clásica pero con una velocidad de vértigo. Si veis la escena no os perdáis detalle, porque Coen es de los que no avisan antes de correrse, vamos, de los que sin darte cuenta te meten una preñada en la boca o el culo en cuanto puede. Entre esa magnífica pollaza larga y gorda, lo guapo que es, lo bueno que está y los chorrazos que salen de su rabo sin previo aviso, como si fuera una fuente de semen, son la hostia.
Os invito a ver la segunda parte en la que se casca otra, yo me quedé en la primera y la segunda la tengo reservada porque seguramente la paja en el cohe la veré muuuchas veces más y me seguiré corriendo. El tio después de que lo ha dado todo y es consciente, se encuentra con todo el torso, los muslos, el asiento del coche y las manos pringado de lefa en tal cantidad que se descojona al verlo. No puede ni tocarse la cara con la mano porque la tiene a rebosar. Como para llevarle a alguna parte y que te lechee la carrocería, menudo sinvergüenza