Los que nos dedicamos a la televisión o la fotografía sabemos muy bien el calor que pueden llegar a desprender los focos después de un rato aguantándolos con toda tu entereza, sobre todo si estás delante de las cámaras. Si a ese calor le unimos el del levantamiento de polla bajo los pantalones que se te pone al tener enfrente a dos tios guapos y que cuando les das una serie de órdenes se las pasan todas por el forro y empiezan a besarse y tocarse, pues sólo pueden pasar cosas buenas.
Es lo que le ocurre a Aaron Lautner cuando dos cabroncetes le contratan para hacerles una sesión de fotos. Nunca imaginó que Abraham Montenegro y Alec Loob pudieran ser tan perros de darse el lote en mitad del estudio mientras les está haciendo las fotos, hasta el punto de que los muy cerdos van, se sacan la polla y se empiezan a pegar mamadas sin importarles que les siga fotografiando. Y de ser el que da las órdenes de ponte así o ponte asá, al final es él el que termina como un perrito cumpliéndolas, lamiendo pies, con escupitajos, arreado y con la boca y el culo bien follados por esos dos guaperillas gamberros.