Se juntaron en el chalet con la intención de hacerse unas entrevistas y subirlas a sus redes sociales. Dos estrellas del porno, con una legión de fans y admiradores, intercambiando opiniones acerca de sus éxitos y ahora con site propios con escenas exclusivas, celebrando que Matthew Camp lanzaba nuevo sitio web que reunía sus escenas para el estudio MEN así como las producciones propias grabadas cámara en mano que hasta ahora sólo habían podido disfrutar unos cuantos.
Cuanto más le miraba, Johnny Rapid más seguro estaba de los motivos por los que ese tiarrón había sacado la cabeza por encima del resto, al igual que él. Era algo que te removía por dentro, que te hacía desearle. Su mirada de ojos azules, su barbita remarcando su atractiva cara, ese cuerpazo de empotrador, lo bien que le sentaba la ropa, con esos vaqueros ajustándose a su perfecto y redondito trasero. Johnny se fue encenciendo por momentos, deseando agarrar a dos manos ese culazo y abrirse de piernas para él.
Antes de agarrarle las nalgas, le tocó la chorra. Fueron juntos al calorcito de la chimenea y no paró de besarle mientras le metía mano por debajo de los pantalones. Se llenó la mano agarrando sus huevos y su polla todavía dormidita. No tardó en ponerla recta, bajándole los pantalones, metiéndose entre sus piernas y mamando hasta dejarla bien dura, mientras Matthew agarraba el móvil y grababa todo para mmeter un buen spoiler a sus ya palotes seguidores que, por los comentarios, se estaban sacando la leche.
Pues para los más valientes y para los que tuvieran más aguante, todavía quedaba lo mejor. Johnny hizo un poder y se la clavó hasta metérsela por la garganta. Después se puso a cuatro patas y dejó que Matthew grabara en vivo el gran momentazo, cuando se la metió a pelo por el ojete. Johnny, que ya había probado unos cuantos rabos, no pudo contener un gemido de placer al notar este, duro como una roca, caliente y con una forma que le daba donde más le gustaba.
Al menos esta vez no tuvo la oportunidad de agarrarse a su pandero mientras se lo follaba, porque Matthew lo tenía totalmente dominado, atravesando su suave y blanquito culo con su rabiosa polla, taladrándole desde arriba, dejándole tirado por el suelo como una buena puta. Tuvieron su momento íntimo, mirándose cara a cara, Johnny disfrutando del cuerpazo de ese machote, con el culo abierto, las piernas sobre sus hombros, sintiendo sus embestidas, seguro de que hasta el último de los fans ya se había hecho la paja del día.